G1817S

Transiciones con éxito para familias altamente conflictivas

Las familias altamente conflictivas que sufren una separación o un divorcio pueden tener muchas dificultades para pensar bien las cosas y para distanciarse del problema al objeto de resolverlo con racionalidad. Esta publicación trata de los trastornos habituales que conllevan los cambios de estructura familiar en los niños, e incluye aspectos como la programación de convivencias, la custodia compartida, y cómo pueden producirse interacciones respetuosas.


Cynthia R. Strasheim, Educadora de Extensión


¿Qué es una familia altamente conflictiva?

La mayoría de los divorcios conllevan algún tipo de conflicto y cierta resistencia a resolver los problemas juntos. En las familias altamente conflictivas que experimentan una separación o un divorcio, la confusión, la ira y la manipulación emocional pueden ser una parte permanente de cada interacción entre los padres, estén o no los niños presentes. Las familias altamente conflictivas pueden enojarse por sentimientos personales, la custodia, las cuestiones de propiedad, o la velocidad o falta de velocidad al final del proceso de divorcio, o de la audiencia para la custodia. Las familias altamente conflictivas resuelven sus problemas con amargura e ira — reaccionan en vez de responder a la situación. El reaccionar proviene de la parte emocional de nosotros, mientras el responder proviene de nuestra parte pensante. Las familias altamente conflictivas encuentran dificultades para pensar con claridad. No pueden distanciarse del problema durante el tiempo suficiente para así resolverlo utilizando habilidades lógicas. ¡No pueden encontrar el tiempo para PENSAR! Es más fácil dejarse llevar por la reacción instintiva y reaccionar con arrebatos emocionales que pueden ser muy perjudiciales para los niños.

El ochenta por ciento de los divorcios no implica un alto conflicto prolongado, pero puede experimentarse conflicto durante la transición de los niños de una casa a la otra. Para el 20% de cada 1.000 divorcios de alto conflicto cada año en los EE UU, la separación legal o el divorcio ya es bastante difícil para los niños. Además, la necesidad de estar en guardia a causa del conflicto puede abrumar mental y físicamente a los niños.

El conflicto puede surgir con la hora de recoger y devolver al niño o con lo que el niño va a hacer o no va a hacer mientras está al cuidado del otro padre. Dice el Dr. Edward Teyber que la convivencia funciona mejor cuando es frecuente, programada regularmente, y libre de conflictos. Que los padres se metan en conflictos delante de los niños, sólo sirve para aumentar su confusión y miedo. Los niños pueden alejarse de uno o de ambos padres para evitar involucrarse en cualquier otra confrontación. Esto puede significar que no quieren estar con el padre o la madre que no tiene la custodia porque siempre provoca una pelea. Por otro lado, pueden participar en la confrontación al tratar de proteger o mostrar lealtad al padre o la madre que consideren como más vulnerable.

El Programa de Intervención de Alto Conflicto en San Diego, California, señala que se tardan aproximadamente 72 horas para que alguien se calme después de una interacción negativa, especialmente durante los primeros dos años después de un divorcio. La emisión del reflejo de “lucha o fuga” supone la secreción de adrenalina como autodefensa, poniendo todas las funciones corporales en estado de “máxima alerta”. Con conflicto y confrontación permanentes, la hormona secundaria del estrés, el cortisol, se bombea en un cuerpo ya en “alerta máxima” para protección personal. La respiración y la presión arterial aumentan y los músculos se ponen tensos.

Si hay enfrentamientos conflictivos cara a cara en las transiciones del viernes o el domingo por la noche, y luego otra vez en medio de la semana, los padres y los niños no tienen la oportunidad de serenarse. Dado que los niños ya están marcados por estos estallidos crónicos, los padres deben concentrar todo su esfuerzo en evitar el conflicto y la confrontación en presencia de los niños. Dos soluciones simples: dejar de tener contacto cara a cara y reducir la comunicación verbal. Esto reducirá el conflicto de manera inmediata en un 75 por ciento. Las llamadas telefónicas y los mensajes de texto deben ir directamente al grano y no ser utilizados como un mecanismo de “acecho” u otra forma de seguir con la disputa. Simplemente es demasiado gravoso para su presupuesto y nada productivo para el mejor interés de los niños. También resulta costoso para la salud de los padres y los niños. El bombeo continuo de adrenalina y cortisol puede llevar a un estrés grave en todas las funciones corporales y los órganos, especialmente el corazón.

Evitar la alienación parental

La alienación parental es cuando uno de los padres conscientemente intenta hacer que los niños se vuelvan en contra del otro padre. Algunos padres dicen cosas insultantes para expresar su ira hacia la otra persona, pero no es su intención alejar a los niños del otro padre. Cosa muy diferente es cuando el padre o la madre se proponen destruir de forma deliberada la relación existente entre los niños y el otro padre. Pueden hacer eso con comentarios negativos, historias perjudiciales y peticiones personales de que los niños se pongan de “su lado” en el conflicto.

No es raro que, después de un divorcio, un niño se sienta más cómodo con un padre que con el otro. Lo más probable es que esta relación fuese la más fuerte antes del divorcio. Todos los niños de forma natural se relacionan más con uno u otro de sus padres, según sean sus personalidades y maneras de educar. Esto no implica que los niños amen más a un padre que al otro. Después del divorcio, la ruptura física de la relación y el vivir en dos casas distintas estresan la relación padre/hijo. Algunos niños se sienten aburridos cuando van a visitar al padre que no tiene la custodia principal. No se sienten en casa. Es probable que sea un ambiente nuevo, y el padre tiene que trabajar con los niños para asegurar que se sientan cómodos en el nuevo lugar a través de interacciones positivas que fomenten nuevos recuerdos.

La verdadera alienación parental empieza cuando uno de los padres hace comentarios groseros y perjudiciales del otro padre frente a los niños con el propósito de hacer que los niños vean lo “malo/a” que es. De los comentarios groseros, la alienación parental puede pasar a no dejar que los niños vean en absoluto al otro padre, o a mudarse para que los niños no tengan ningún contacto físico con el otro padre. En algunas familias que no tienen recursos para luchar en los tribunales por la custodia de los niños, éstos pueden quedar distanciados de uno de sus padres durante el resto de sus vidas por culpa de un padre manipulador que trata de “proteger” a los niños mientras se venga del otro padre. Si hay alguna razón para proteger a los niños de uno de sus padres, el tribunal debe estar informado y habrán de implementarse órdenes de restricción o visitas supervisadas. No es responsabilidad de los padres el terminar con las visitas si el tribunal ha ordenado la custodia compartida. Si lo hace, puede ser motivo de “desacato al tribunal”. El Plan de Paternidad es un documento legal que debe ser observado una vez resuelto por el tribunal.

Las consecuencias emocionales para un niño que tiene que vivir en un hogar donde se practica la alienación parental, son enormemente perjudiciales para su desarrollo mental y emocional, así como para la formación de relaciones estables y confiables en el futuro. Estas relaciones altamente perturbadoras en las que los niños son utilizados como fichas de negociación, muchas veces pueden acabar en batallas jurídicas muy conflictivas, y en algunos casos extremos, con el secuestro de los niños por uno de los padres, pero JAMÁS redundarán en el mejor interés legal o emocional de los niños.

Comunicando con respeto

Los padres enseñan a sus hijos respeto y resolución de problemas cada vez que interactúan entre ellos. Cuando los padres pueden mantenerse conectados con el propósito de guiar a los niños por las dificultades que plantea el llegar a ser adultos, los niños experimentan menos sentimientos de pérdida, confusión, abandono, ira y cólera. ¡R-E-S-P-E-T-O! Los niños imitan el comportamiento que sus padres muestran. ¿Está usted mostrando respeto?

Para evitar la confrontación y las exhibiciones de falta de respeto, utilice un bloc de papel oficina para comunicarse con su ex-cónyuge. Piense en un mazo de 3 × 4 pulgadas. Todo lo que vale la pena decir debe encajar en ese bloc de notas. Mantenga una comunicación breve, simple, que vaya al grano, y libre de emociones. ¡No se trata de USTED! Sólo comunique los hechos. ¡Diga lo necesario en forma de esquema! Utilice sólo sustantivos y verbos, y deje a un lado los adjetivos muy descriptivos que puedan provocar un intercambio emocional. Recuerde lo que su madre le decía: “Si no puede decir algo bueno, no diga nada en absoluto,” y “Cuente hasta 10 antes de responder.”

Otra buena sugerencia es utilizar los “YO-mensajes” para expresar cómo se siente y cómo le gustaría que las cosas fueran. Esto funciona bien con los padres y los niños. El siguiente es un ejemplo de un caso habitual.

Primer Padre: “Estoy decepcionado de que Jason no fuera recogido a tiempo. Se pone preocupado cuando parece que se olvidan de él. Favor llamar antes si hay cambio de planes.”

Segundo Padre: “Sí, pido disculpas por no haber llamado a Jason. Lo llamaré la próxima vez tan pronto como sepa que puedo llegar tarde, así no se preocupará”.

**********

Segundo Padre: “Yo siento que es una falta de respeto que se utilice mi retraso en mi contra para que Jason esté molesto cuando lo recojo. ¿Podría Jason llamarme si está preocupado?”

Primer Padre: “Supongo que eso funcionaría mejor para todos.”

Haga los momentos de transición más cómodos

Las transiciones son los momentos en que los niños van del cuidado de un padre al cuidado del otro. Muchas veces esto se conoce como “custodia compartida” o visitación. Si los padres comparten custodia legal y física de los niños y viven en la misma ciudad, y los niños son de edad escolar, puede ser más fácil si los niños pasan una semana en la casa de un padre y una semana en la del otro; sin embargo, no hay reglas sobre eso — sólo pautas. Si los padres no viven en la misma ciudad, o si la “custodia compartida” cambia de un padre al otro durante la semana y un fin de semana de cada dos, hay muchas oportunidades para que surjan tensiones durante las transiciones de un padre al otro. Algunas sugerencias para aliviar estas tensiones consisten en que usted:

Desarrolle un Plan de Paternidad

En muchos estados un Plan de Paternidad se debe presentar al final del juicio de divorcio o de la audiencia sobre la custodia. Este plan es una guía legal para la custodia compartida, escrita pensando en el mejor interés de los niños.

La custodia compartida funciona mejor cuando hay un mínimo de 48 horas los fines de semanas o las noches enteras de lunes a viernes. Cuanto más breve es el tiempo que pasan juntos, mayor es la presencia de indicadores de frustración emocional y mal comportamiento en los niños. La pérdida de poder y control es un tema importante para los niños de padres divorciados y debe ser considerado en la discusión de los padres antes de hacer el plan de paternidad final.

Lista de verificación para la custodia compartida

Siempre es bueno tener una lista de verificación mental cuando usted ayuda a los niños a prepararse para el tiempo de visitación. Este es un buen momento para involucrar a los niños en la toma de control de la situación. Ayúdelos a desarrollar una lista de verificación para que puedan acordarse de traer a casa todo lo que llevan con ellos. Podría ser algo así:

Lo esencial para los padres

El divorcio es una decisión adulta. Habrá sentimientos conflictivos para todos los que están involucrados en las relaciones. Los momentos de transición son difíciles porque les traen a todos en forma muy clara la realidad de que la familia está “separada”. A los niños les resulta importante tener una “familia”. Ellos quieren amar a ambos padres y es posible que ellos manipulen la situación para juntar a los padres — incluso si se están peleando. ¡Por lo menos están juntos! Ellos están tratando de reunir el “sueño” de su familia. Es importante que los padres sigan centrados en el mejor interés de los niños en todo momento cuando intercambian información, artículos materiales, o los niños.

Recursos

Bone, M. J. (Vol. 73, March 1999). Parental Alienation Syndrome: How to Detect It and What To Do About It. The Florida Bar Journal, pp 44-48.

Eddy, B. L. (2008). High Conflict People in Legal Disputes. San Diego, CA: HCI Press.

Lewis, J. M. (1999). Don’t Divorce Your Children. Chicago: Contemporary Books.

Stacer, D. L. (2000, October 13). Working With High Conflict Families. Omaha, NE: High Conflict Intervention Program.

Esta publicación ha sido revisada por profesionales.

 

 

 

Extensión es una división del Instituto de Agricultura y Recursos Humanos de la Universidad de Nebraska–Lincoln en colaboración con los condados y con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

Los programas adicionales de la universidad de Lincoln Nebraska cumplen con las políticas de no-discriminación de la Universidad de Nebraska–Lincoln y del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.

© 2013, El Consejo de Regentes de la Universidad de Nebraska en nombre de la Universidad de Nebraska–Extensión de Lincoln. Derechos reservados.



Para encontrar más publicaciones visite el sitio web de Publicaciones de Extensión de la Universidad de Nebraska–Lincoln, http://extension.unl.edu/publications.
Índice: Familias
Relaciones
Emitida Octubre 2013